viernes, 26 de octubre de 2012


Domingo 2 de septiembre de 2012

Por María Stella Higuera

La  tarde estaba impregnada de un viento frio. El pasto nos acogió en su alfombra  a Paola, Mónica, Camilo, Federico y a mí. Cada uno de los participantes, compartió sus creaciones de la semana  y Federico me propuso  que mandara el poema “Te elegí” y por eso aquí lo traigo:

“EL AMOR CONSISTE EN QUE DOS SOLEDADES SE PROTEJAN,
                                                   SE LIMITEN Y SE REVERENCIEN UNA A OTRA” RILKE

Te elegí
Que no le importe a nadie
Te elegí solitario
Vestido de secreto
Cargado de misterio.
Déjame entrar a tu aposento
Subir a los balcones
Entrar a los rincones
Y esconderme allí
Que no me encuentre nadie
Que allí suceda lo inexplicable
Lo inesperado
El todo
La nada
El paraíso
Que no le importe a nadie.

Recordamos luego el poema “Madre” de Ana María Pedreira. Lo leímos varias veces, cada uno en su propia voz  y nos dejó un sabor  desgarrador y amargo y algo así como una culpa oculta por esto de “ser poetas”.
De esta experiencia surgió en Federico la idea  de realizar en el parque el ejercicio de lanzarle a  la gente la pregunta  ¿Para qué sirve un poeta?
Y nos dedicamos a vivir esta locura en grupo y sucedió que  contrario a lo que pensábamos  descubrimos la necesidad y la importancia de este oficio, el principal de cada uno. Lo declararemos con orgullo cuando por complicidad o por curiosidad nos pregunten qué hacemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

                                      Abril, 2017 Cuanto tiempo.. largas tardes se han ido, esos árboles seguirán ahí? Recuerdo la músi...