Crónica de lunes 13 de mayo de 2013
Después de celebrar el día de la madre el domingo, no podíamos fallarle esta semana a la poesía y
fue así como decidimos congregarnos en el parque en este lunes festivo para
adelantar el taller del domingo atrasado.
Asistimos a la cita Federico, Daniela, José Luís, Inesita y
Stella. Dejamos que el frio nos llevara por laberintos de ensueño y que la poesía nos permitiera cruzarlos con
sus armas encantadas y con los secretos
que hoy nos revelaría.
Luego de compartir las creaciones de la semana, Federico leyó
un poema de Quevedo sobre un laberinto que resultó ser un verdadero laberinto
de palabras en español castizo y luego propuso el ejercicio de preguntarle a la
gente en el parque ¿Qué sueña un laberinto cuando sueña?
Metidos en ese laberinto hubo unas travesíasmuy interesantes
de donde surgieron los siguientes poemas:
Por José Luís Briceño
Posado bajo
la sombra
En la
escabrosa piedra
Los ecos en
el silencio
Despertaron
al laberinto
Y no pudo soñar.
Por Stella
Higuera:
Si yo fuera un laberinto
Si yo fuera
un laberinto
Soñaría que
no hay una salida
Soñaría
después que no hay una salida fácil
Soñaría
entonces que la salida es muy difícil
Y buscaría a
alguien capaz de soportarlo
Que intente
cruzarlo con tropiezos
Se necesitan
fuerzas
Todos no son
para los laberintos
Ahora mismo
estoy en uno
Dame la mano
y acompáñame.
Nos
despedimos con el ánimo de encontrarnos el próximo sábado en Vino y Poesía
donde leerán nuestros amigos poetas del parque Mónica Triana y Miller Guzmán.