jueves, 23 de mayo de 2013


Crónica de lunes 13 de mayo de 2013

Después de celebrar el día de la madre el domingo,  no podíamos fallarle esta semana a la poesía y fue así como decidimos congregarnos en el parque en este lunes festivo para adelantar el taller del domingo atrasado.

Asistimos a la cita Federico, Daniela, José Luís, Inesita y Stella. Dejamos que el frio nos llevara por laberintos de ensueño y  que la poesía nos permitiera cruzarlos con sus  armas encantadas y con los secretos que hoy nos revelaría.

Luego de compartir las creaciones de la semana, Federico leyó un poema de Quevedo sobre un laberinto que resultó ser un verdadero laberinto de palabras en español castizo y luego propuso el ejercicio de preguntarle a la gente en el parque ¿Qué sueña un laberinto cuando sueña?

Metidos en ese laberinto hubo unas travesíasmuy interesantes de donde surgieron los siguientes poemas:

 

Por José Luís Briceño

Posado bajo la sombra

En la escabrosa piedra

Los ecos en el silencio

Despertaron al laberinto

Y no pudo soñar.

 

Por Stella Higuera:

Si yo fuera un laberinto

Si yo fuera un laberinto

Soñaría que no hay una salida

Soñaría después que no hay una salida fácil

Soñaría entonces que la salida es muy difícil

Y buscaría a alguien capaz de soportarlo

Que intente cruzarlo con tropiezos

Se necesitan fuerzas

Todos no son para los laberintos

Ahora mismo estoy en uno

Dame la mano y acompáñame.

 

Nos despedimos con el ánimo de encontrarnos el próximo sábado en Vino y Poesía donde leerán nuestros amigos poetas del parque Mónica Triana y Miller Guzmán.

 

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