Ejercicios del taller

Dignidad animal

Sju ord pa tunnelbanan, 1971

El hombre es más grande de lo que creemos.
Le basta morir para recobrar su dignidad
y poder ser comparado con el tejón muerto
o con el topo muerto.

Tenemos una ventaja: nuestro cerebro.
Seremos la primera especie animal
que desaparece deliberadamente
(sin duda mucho más joven que el mosquito).
Esto hace único nuestro dolor.

En plena posesión de nuestras facultades
no estuvimos ni siquiera en el siglo XVIII


 Van a decirle a la gente Dónde puedo encontrar una buenas alas

Abril 17, 2011




Tienes que defender tu vida

Fiskefard, 1949

En lo más profundo de las tinieblas
tienes que defender tu vida.
En lo más profundo de tu vida
Allí donde la savia rezuma
del tronco cortado
la sombra del terror
te roza la cadera
y tú pides a la mariposa y al musgo
que te salven por amor
del misericordioso corazón de Dios,
en lo más profundo de las tinieblas
tienes que defender tu vida.

En lo más profundo del fuego
tienes que defender tu vida.
Allí se yerguen las visiones
solo para caer chisporroteando,
allí donde se derrumban los caballos blancos
y los dolores te tienden trampas;
en lo más profundo del fuego
donde se ataja el susurrante fuego
tienes que defender tu vida.

En lo más profundo del abismo
tienes que defender tu vida.
allí donde se ciñe la superficie del mar
como una mortaja de seda
en torno a los rayos mortecinos de la luz del día,
entre rejas y urnas
donde el frío glacial saca estrujándolos
el oído de tu oreja
la vista de tu ojo,
en lo más profundo del abismo
tienes que defender tu vida.

En lo más profundo del abismo,
en lo más profundo del fuego.
Eres parte de las tinieblas
y de la flor otoñal de los mares,
eres parte del fuego y del roano
caído de la primavera,

pero hasta en la línea de la muerte
la exigencia es una
y una la elección:
tú mismo, tinieblas, fuego y abismo
tienes que defender tu vida
en el abismo, el fuego y las tinieblas
junto al dolor rezumante
del tronco cortado
tienes que
defender tu vida.
Para Ellen

 Van a concentrarse en el fuego y pensarán que lugar de su vida desearían iluminar con más frecuencia.
                                                                                                                      

 

Por qué tenemos que llevar siempre

Halmfackla, 1944

Por qué tenemos que llevar siempre las cosas hasta el extremo
o intentar a hora y deshora salir victoriosos.
Como si hubiésemos estado siquiera un instante
en el punto donde quedan soldadas la verdad y la mentira.
Oh tú antorcha de paja de nuestro pensamiento
que hablamos bellamente
oh mano temblorosa que machaca
bacalao ajo y nata
y cubre con aceite este plato provenzal.

Aquí ahorcan a un judío
aquí mueren de hambre unos niños
aquí ahogan a un pueblo en odio
aquí lucha un país para evitar lo peor
pero la resina desciende en grumos
por el tronco enfermo.

Oh humanidad
por qué no íbamos a cantar tu futuro
y levantar un altar
a tu Nunca Más
liberación tras el golpe mortal
fosforescencia sobre los cadáveres.

Quizá esta taberna
no sea de nosotros que nos ocupamos de los grandes negocios
pero recojamos nuestras castañas
y terminemos nuestra comida
con admirable apetito
regocíjate oh hija de Sión
piensa que esta es la última feria anual
de los cazadores furtivos
cambiemos nuestras mujeres unos con otros
mientras la aguja de la brújula gira locamente
y los ejércitos victoriosos
ponen una camisa de fuerza a la razón universal.

O por qué llevar las cosas hasta el extremo
como si hubiésemos estado siquiera un instante
en el punto donde quedan soldadas la verdad y la mentira
arreglemos nuestros bragueros sobre las hernias
y esperemos con nuestros aplausos
a que el vencedor haya cantado su más brillante aria
Insólitamente
como una ostra en un asilo de pobres provincianos
ocupa la locura vestida de frac su sitio en el patio de butacas
mientras los mitos redentores
y la valerosa humanidad
tartamudeando
se vuelven a sus casas

Van a decirle a la gente: Voy de viaje al interior de mí. ¿ Qué me aconsejas que lleve?






UNA VOZ CALMADA

Elsa Grave (1918-2004)
Estar contenta o  triste
en un desierto polvoriento de día de juicio final
es absolutamente indiferente
sin embargo
yo he optado por sonreír
a las tres iglesias derribadas
que veo desde aquí
y a la central nuclear
que ha acabado en el fondo del río
abrazada por miles de peces muertos
cientos de esqueletos de árboles
yacen esparcidos por doquier
si yo no hubiese estado tan seca
y tan obligada a ser avara de mis lágrimas
hubiese llorado
por el destino de aquellos árboles
y no hay ni gota de agua
ni en ríos ni en arroyos
ni en el lago pescado seco
y plantas acuáticas prensadas
en la prensa de herbaria del sol
y gentes demasiado bronceadas
niños ya no hay
nadie se atreve a esperar
que una misericordia invisible
pueda sacar de algún sitio
una nube de lluvia
Probablemente estoy muriéndome
y camino hacia la misma muerte
que mis conocidos y desconocidos
y todos los niños yacen esparcidos
el milagro roto y patas arriba
ya no veo la diferencia
la diferencia entre árboles y gentes
tampoco se puede
ver diferencia alguna entre
bosque y campo y mar en este desierto
y las cosas ya no son cosas
son basuras
muchas cosas se han convertido en basuras
para que nadie
si ese nadie aún existe
pueda envidiar
al otro
si ese otro aún existe
al ver esas basuras
me parece
ver por fin la prueba
de que no existe un poder supremo
bondadoso
sin embargo
no estoy segura de que el alma
que es lo único que me queda
es completa y absolutamente mortal
Ahí están ahora
la iglesia y la central nuclear
como locomotoras volcadas
y un dios que es omnipresente
aceptaría
quedarse acurrucado entre las ruinas
si está ahí
espero que se de cuenta
de que también la omnipresencia
es ya una basura
y por lo tanto no existe
en el desierto no hay ninguna
cómoda omnipresencia
en el desierto lo más seguro es
estar eternamente ausente
se hacen basuras
de la ausencia.

                                      Abril, 2017 Cuanto tiempo.. largas tardes se han ido, esos árboles seguirán ahí? Recuerdo la músi...