Pasos de sol
Domingo
22 de febrero
Por
Jaime Londoño
Como
en el poema “El canto que llevo” de Georges-Emanuel Clancier, hoy es signo de
sol, cuando el cielo ya no es el cielo, dado que la palabra lo ha tornado en
pizarra, en versos y pasos de viento, canto entre los eucaliptos. Lis imágenes
que surgen de las hojas escritas a mano pueden provenir de los ejercicios de
sensibilidad que les he dejado a los talleristas. A veces las palabras vienen
de otros rumbos, de experiencias ajenas al ejercicio, pero no por ello sin voz
en la grama que nos sostiene.
Se
cerró el círculo. Ahora solo entran los desplumes. Pensando en cómo romper lo
anecdótico en el poema repasamos técnicas y teorías para pulir el verso, pues
como lo afirma Clancier, la poesía no debe contentarse con ser un comentario
más o menos lírico de la historia. Hay que desdoblar la realidad, romper las
balisias impuestas de sus límites.
Hoy
empezamos a trabajar sobre el libro “Las derrotas” del poeta cubano Alberto
Rodríguez Tosca. Les pedí que estudiaran el prólogo para el otro domingo. La
lectura de loas poemas fue difícil debido a que en la plaza se asentaron
cuatros bandas musicales de diversos géneros. Buen ejercicio superar el dislate
de todos los parlantes.
Del
ejercicio para desordenar los sentidos aparecen abajo los poemas que se
escogieron hoy.
De Stella Higuera
SUSURROS
Se
esconden en los tejados
Huelen la
ausencia
Me
aletargo
Los
ayeres relampaguean fugaces
Se
adentran en mis abismos
Un halo
de nostalgia
Se pasea
por los laberintos
En el
oriente de la noche
Un
recuerdo
Un sol
poniente.
DERROTA
Miedo
suspendido en el agua
Que no se
deja ver
Se diluye
en suspiros
Se pierde
en la debilidad de un vuelo bajo
De un
viento suave
Puede
tardar años o segundos
En tomar
alas.
De Blanca
García
EXTRAVIO
Encerrada en mi ser
avanzo sobre mi
sacudida de espanto
transformo el asombro
en esa inmensidad interior
Examino mi conciencia
encuentro una memoria oscura
los recuerdos se borran
las palabras se vuelven contra mi
y hasta el lenguaje
llegan los indicios del miedo.
Deslumbramiento.
Con sonrisa extraviada
y el metabolismo del frio en su rostro
su derrota
la experiencia ganada
del intento fallido
recuperará el tiempo
surge el deslumbramiento.
De Ena Victoria Ramírez
SEGUÍA DANZANTE EN SU BOCA
Cómo ardía
corroía de a pocos
la campanilla
se colaba hasta el infierno
Las otras sonreían
querían sus ojos
y
su barba
No recordaba
cuando
Ella
entró sin más
pero ardía hasta el apéndice
Las otras balbuceaban
picoteaban su lengua
arrancaban piel y grasa
Él
solo sentía
su
alarido descompuesto
CUANDO PASA
POR DONDE CAMINO
Pierde su rechazo
En una tarde
De ruido
De Rafa Espinosa
En el sueño
Cuando duermes,
tu cuerpo, alegre noticia.
Sonríe como si fuese desierto y lloviera.
Lo celebro,
tu boca me nombra con desenfreno,
gran ausente en la vigilia.
Y en el secreto pasaje
de tu sueño, todavía soy el hilo
que recorres sin temor a perderte.
Sí, te prefiero cuando duermes
aunque sólo rescate los ecos.
Despierta eres verbo del rencor,
hada del desamor, ángel lapidario.
Premonición
Ignoran mis ojos tu
presencia,
pero vives en mis
entrañas.
Al
– Mu´Tamid
No necesito voz,
no hace falta nombre.
Basta el sueño
entre tus brazos,
suficiente el aroma
de tus sendas, pasión
y guía de mi extremo.
Bien cerca estás,
para el roce de labios
con labios, bella ilusión.
Deseada, te presiento.
Ven, cruza los linderos.
Quítame los delirios
o agigántalos, ven,
profeta, contigo seré.
De Paola Castaño Sanint
Se desgarra
el día
Te vas,
tarde de llanto,
ceniza y ojos estrellados.
Arde el color de tu tiempo,
barca suspendida.
No respira la piedra en el alma,
la juventud dormida.
Te vas,
una tarde de llanto.
La tarde sabe de tu dicha,
de tu muerte.
Te vas,
te vas,
me voy,
juntos, eternos,
se desgarra el día.