sábado, 31 de enero de 2015

Crónica del 18 de enero de 2015

Por Jaime Londoño

Destellos
Entre la tierra
y el cielo
la lluvia,
nadie más
escribe espejo.

Cerrado el círculo, bajo un sol que cabeceaba nos sentamos a labrar el frío en el poema. Estela compartió con nosotros unos versos que había escrito en “Los Volcanes”. Al parecer erar frases, anotaciones sueltas. No estaba convencida de lo que había traído al taller. No obstante con algunos ajustes se logró el poema que aparece abajo. Lo mismo aconteció Con Blanquita y con Paola. Luego de realizar un trabajo de casi tres horas sobre los escritos, podrán hallar el resultado más abajo. Antes de realizar el ejercicio analizamos un pequeño ensayo sobre la realidad y el irracionalismo poético escrito por Bousoño. La brisa se empecinó en bajar con gotas desde la montaña, gotas menudas que horadaban como picas de hielo. Antes de que arreciera, invité a que con hojas secas escribieran el primer verso del poema. Cada hoja una letra que debían sentir como algo propio. El tiempo y el espacio se conjugaron con tal gracia que nos tuvimos que instalar en la tienda de Iván, un amigo pintor que nos presta su lugar cuando nos toca huir del clima. Allí nos ovillamos y compartimos la experiencia. Aquí podrán ver los poemas que se lograron mediante el desorden de los sentidos.  Antes de despedirnos les pedí que durante toda la semana mantuvieran una servilleta en la mano contraria a la que escriben y que se repitieran cada vez que se acordaran: Yo estoy aquí, sintiéndome, siendo. El domingo vamos a hablar de la experiencia y de los poemas que surgieron.

RITMOS DE POEMA
Por María Stella Higuera

1.
Aquí estoy
Recibo un regalo
Mis ojos se recrean en la obra majestuosa
De la montaña brota la fuente
Se expresa con cálidos toques
Con frescas corrientes que sanan mi cuerpo
Hoy se viste de verde el día
Es un verde de alta montaña
Aquí junto a mi madre recreo los ojos
Ella le dice al día:
“estoy feliz y encantada de la vida,
Me siento premiada sin merecerlo”
En su alborozo mece la tristeza
Se columpia en alegría
Ensueño de verde
Tiñe de clorofila la vida
Aquí la luz es verde
Verde entraña de la tierra.

2.
Mi madre ama el calor
Ella piensa que es bueno para el alma
Aquí nos atardece en ensoñación
En los volcanes
La montaña revela sus encantos
De aguas cálidas y corrientes frías
Aquí entre árboles gigantes
De rico verdor
Se nos aparece Dios.

3.
Hemos organizado una terraza de amor
Para contemplar la gloria
Hallamos un pedazo de cielo
Las fuentes han sido generosas.


HOJAS
Por María Stella Higuera

Secas, verdes
Rotas como las medias veladas
Como la muerte
En el recuerdo se juntan
Como las almas.

HOJAS SECAS
Por María Stella Higuera

Palparlas
Escuchar sus secretos
Vivir el gozo de sus dolores
Sentir su caída
Yacen
Savia sabiduría

MANO DESIERTA RUEGA EN EL ABISMO
Por Paola Castaño

Bajo el silencio,
un monje grita sus plegarias.

La pared se desvanece con el beso,
enciende un nuevo cielo.

Sal de todos los colores
infecta las ruinas del universo.

La luz navega por aguas oscuras,
sin palabras,
sin vida.

La cruz devora el alma soñadora,
la mano desierta se arrastra,
el paso avanza y sangra.
El abismo ciego tiembla.



Por Blanquita García:

1.

Estoy cómodamente feliz
Mi ser digiere lentamente la nada
Regreso a mi lugar
Hago un examen de conciencia sobre el pasado
Allí encuentro tiempo salpicado de nostalgias
Indigente de ecos y memorias.

2.

Esto está caliente
A veces me pregunto quién soy
A dónde marcho
Llevo el corazón estrujado a las espaldas
Una angustia se acumula en mi pecho
Con una amplia sonrisa
Exclamó el hombre de la calle.


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