CRONICA DEL TALLER DE POESIA DEL DOMINGO 28 DE JULIO
Por: Paola Castaño
La tarde tenía un color dorado, navegaba por ríos, por
estrellas de anís. El parque tenía el color de la primavera, Daniella estaba
sentada en el árbol invisible, se veía como una rosa que iba a danzar al ritmo
de la poesía. Antes de comenzar su taller, nos regaló unos mufins que tenían
sabor a mar, a pájaro volátil.
Nos puso un ejercicio que consistía en decirle a la gente
soy la dueña de mi destino. Realizamos el ejercicio los siguientes amigos:
Estelita, José Luís y yo, el poeta Joaquín nos acompañó con
su mirada transparente y con sus palabras profundas, llenas de colores poéticos
que encendían los océanos de la voz.
PAISAJE DESAFINADO
Me abandona la luna,
Me quedo sola
En un cuerpo apagado
En la distancia.
El violín solo escucha mi noche,
Sus cuerdas agitan la sombra.
Me abandona,
Me escondo detrás
Del vapor áspero de las grietas.
Viajo hacia un árbol invisible,
Quiero tejer un collar con mi tiempo.
Con el tiempo y las alas
De un paisaje no vivido,
De un rostro desafinado
Que se recuerda
Entre señales de otro mundo.
Paola Castaño
En el cementerio
Duerme el destino,
Se derrite en el café nocturno.
Los niños pintan sus cuerpos,
Descifran los sonidos
Ocultos en la hierba.
El huracán trae colores
Y olores que se destiñen.
Se vuelven fuego
En el instante,
Agua temblorosa.
En el cementerio duerme el destino,
Duermen los días y las noches
que se quedan huérfanas,
sin fuerzas para soñar
Paola Castaño
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