Los pasos no tienen aire
avanzan en el espacio,
se quedan sin luz.
La marea los recoge
llena sus mentes
y el ritmo de sus voces.
Se cobijan con la sombra,
cuando ven su reflejo
pálido, sin ruta
en el pozo de las horas,
se elevan en las manos
de la poesia.
Paola Castaño