Por Adriana Garcés
Hace diecisiete años que no lo sentía,
desde las dos de la tarde un nerviosismo curioso ayudo que saliera con
tiempo... Rara vez.
Llego muy temprano, veo a Jaime, en el
pasto, no en la silla, la de arriba... Despacio, no te emociones tanto,
acuérdate que te cuesta trabajo expresarte y explosiones de palabras inundan tu
cabeza... La voz del control... Rara vez.
Respira, respiro, respira, respiro, saludo,
sonrió, reconoce, saluda, presenta, admiro, sonrío, me siento y en blanco, con
pregunta cordial, oportunidad para decir cosas que admiró de mi, no mi
debilidad y momento derretido de fortaleza, empiezo por algo derramado, a veces
es mejor ni soplarlo... Las bacterias quedan... estafilococo dorado con alguna
mutación... A veces lo peor nos hace sentir seguros, que algo anda mal.
Pase muy por encima lo genial, pretender
sobresalir puede quedar sobre actuado. Jaime y preciso, la chica valiosa. Abro
la boca y alguna palabras salen, se pierden. "Todos somos diferentes,
todos somos inteligentes, todos sabemos todo, unos de una cosa y otros de
otra". "No tengas miedo, sigue sonriendo".
Llega Esteban, no, Sebastián, para Jaime
fue Esteban dos veces, Sebastián es Esteban. Con ansiedad.
Bicicleta, chico, maleta, pantaloneta, no
tiene frío.
Jaime sonríe y se dispone,
En la otra esquina al frente, a unos
cuantos metros, lo que parece ser una canción de cumpleaños, estiló jazz,
redoblante e instrumento olvidado, voz primeriza con ganas de teatro, pero,eso
otro cuento. No lo entendí. Se convirtió en ambientación. Saltos sonoros de
jazz con voz de: siéntelo como siento yo, hacia adentro los dos, My favourite
Things, diferentes momentos, parecía mandado hacer, Jaime o la chica los
contrataron, para que no hubiera silenció. Teníamos ambientación.
Señora de palabras, detrás el constructor
de ideas, pareja, con experiencia,
No estamos cómodos, nos movemos, A la
arenera? Noooo. Bueno me siento, de últimas... Respiro, empieza Jaime, sabe que
decir es impresionante, seguro, usa diferentes palabras cada vez, con una misma
idea. Resultados diferentes. Es Federico.
Empezó el taller. Nada de ensayos, de texto
referencial ni académico que allá que citar. Jaime diseña experiencias, es un
taller práctico para sentirse mejor y no guardarse las cosas que no se
entienden. Un cadáver exquisito sería un buen comienzo, pero para otro día,
pienso.
Todos complejos, creemos que sin adornos,
pero la palabra romántica y redundante, puede parecer poesía de Disney, nada mal.
Guionista de una princesa mínimo. -Oh!, radiante estrella brillante, luz
espléndida que expresa resplandor. Creo que cargar en. Borrador.
Entendimos la metodología, no hay
preguntas, Jaime resalta, palabras, cualquier cosa. Con intención no usa la palabra,
sensación. Pero es lo que quiere decir, sólo que todos sentimos diferente. Es
difícil de explicar, pero se entiende.
Para darnos más fuerza de grupo se
comparten logros, estar orgulloso de dónde pertenece es una virtud. Pero
transmitirlo a un grupo lo fortalece.
Acá se pavonea, se bate, se agita, se vuela
y se despluma. A sacudir las pluma, da escalofrío o risa. Estará un cóndor. Lo
demás está en el Manual de convivencia de la alcaldía de usaquen.
Estamos de acuerdo, no hay voz de protesta,
ni de:"a mi, me parece que eso no Jaime". No estaria mal, otro día.
El taller es importante, así se crearon los movimientos, los manifiestos, las
revoluciones y alguna que otra orgía, nada mal. "Todos son diferentes,
pero lo saben todo".
El paso siguiente, leer o decir algo
poético. Mis manos en el portador de palabras. Arena vuela solo pienso en mi
rinitis. Me asombra la chica, desarrolla su vida a través de la palabra
dirigida. Siguio el constructor de ideas, llega el espacio con un párrafo de
conocimiento. Inspirada, señora de palabras, las entrega para que se han
disfrutadas a su gusto con sutil muestra de pensadora no tradicional.
Camilo preparado para ser desplumado, pone
mano sobre la tierra, voz plana, palabras hábiles e historia compartida de un
día que descubrió que algo paso... una mano lee,nosUn viajecito pequeño algún
lugar, preparado para ser desplumado, Camilo con ganas de explicar, evitamos no
entender, procuramos volver a leer. Aprovechando el problema, entona, lee y
sorprende. Poesía coloquial.
Sebastián lee por primera vez en el Taller
de Poesía sus palabras, imagen convertida a palabras. Comparte sensación de
barrera traslúcida, casi imposible de evitar, cuando quiere hacer sentir. Quita
las gafas y el gerundio, queda contento no se las quita. Listo para desplumar
otro pollito. Paisaje en movimiento.
Temerosa, se que tengo palabras para leer,
digo que no tengo, tenía que improvisar, eso si que menos. Sacó el cuaderno,
cualquier hoja que abra lo podría leer, la segunda vez de pronto sin hacer entender.
Vocalizar, saber parar y escoger que leer se puede lograr. Silencio incómodo,
me hace dudar que tiene explicación, pero si Jaime sonríe, la chica sube la
cabeza, la señora de palabras y el constructor de ideas me miran a los ojos,
Camilo toca la tierra, mira a los ojos, Sebastián alivia mi lectura y resulta
un pasaje por un rincón del espacio.
Por María Stella Higuera
1.
Cuántos silencios ocultos en las pisadas de la hierba, en la sequedad de
la hoja arrastrada por el viento, en la oscura caverna de la noche. En las
respuestas, cuántos silencios.
La sabiduría es la que calla.
2.
Presencia lejana
Compañía silenciosa
Todo lo calla
Todo lo comprende
No sé qué confidencias le harás a la conciencia
Solo sé madre que pides a Dios por mí.
3.
Sobre la franja oculta de la tarde, la vida avanza ligera hacia el
silencio eterno.
Por Sebastián Lozada
***
La miré en silencio, subí el mentón y se
dibujó en mi rostro una leve sonrisa. Ella encontró mis ojos con los suyos. Me
quité las gafas.
—Bobo,—me dijo mientras las tomaba—es la
misma vaina, no va a cambiar nada para mí—decía colocándome y quitándomelas.
—El efecto no es para ti—le dije como quien
quiere dejar suspiros cortados y volví mi mirada al frente.
Por José Luís Briceño
Camino de la montaña
En la distancia
Silencio