martes, 22 de noviembre de 2011

Daniella: la gatica del oeste

Es por joder. Daniella dirige el taller el domingo pasado. Ella piel suavecita como durazno, me recuerda a alguien que està en el campo jugando con las flores y las semillas del diente de leòn. No se despide cuando se va, tiene su mundo por allà o tambièn por acà, se rie, es alta y blanca. Nos integra, nos recoge y nos introduce en la atmosfera propia de un taller. Eso es interesante. Recoger las energias dispersas de un grupo y arrancar unidos en un mismo pensamiento. Escuchamos los viajes de Stella y Paola por Europa. Recuerdo en especial los baños àrabes con temperaturas, con aromas, con vapores, en los que estuvo Stella y en los que seguro hubiese querido encontrarse a un hombre o tal vez esa sea yo, Mònica que entre mi imaginaciòn ya tengo hambre.


Existen muchas formas de llegar
no necesariamente debo montarme en un avion
y oler el aire lleno de especias
aunque es una posibilidad.
Puedo
atravesar el tiempo
el espacio
las montañas
los sonidos
los atardeceres
los sueños
las miradas 
las sonrisas
el viento
para llegar hasta tí
aunque esas son sólo posibilidades.
También puedo llegar a tí 
con sólo sentirte a mi lado.

Existen muchas posibilidades 
pero un solo destino
TÚ.

Daniella Emiliani (poema de la semana)

Escuchamos los poemas de la semana. Paola se ha inspirado bastante, tanto asì que ya quiere bailar en la tina, en bikini, con el gringo del baño arabe y decirle un secretico al oido. Trae varios poemas, con un nuevo aire, a pesar de que en realidad, no hay bikini, ni gringo, si no un bombillo interno que quiere desatar los sonidos de un tambor. El que quiera ahondar en su poesìa remitasea Paola Castaño.
Daniella nos lee enseguida poemas de unas mujeres de pakistàn y a partir de ahì hacemos el ejercicio:
CANTARLE A UN ÀRBOL MELODÌAS.
Vamos Stella y yo. Stella es siempre arriezgada y escogemos un eucalipto al que le cantamos melodìas.
Cantamos, sentimos pena y placer,  Diego habla de que en algùn momento siente felicidad. ah està Diego! El ùnico hombre.

 Daniella trae unos versos de poetas pakistanìes.
Escribimos. Acabo de caer en cuenta que no tengo màs documentos de ese momento. La poesìa, que fue prolìfica ese dìa, no la puedo registrar.

Le cantamos al àrbol:

"Tierra mi cuerpo, agua mi sangre, aire mi aliento y fuego mi espìritu".

A los hombres que tienen vapor en un baño turco (heterosexuales), a Daniella con su piel de durazno que logrò integrarnos, seducirnos con el ejercicio y escuchar cada resultado, a Diego que con su filosofìa hablò de felicidad, a Paola y su producciòn poètica, al misterio de nuestras producciones el domingo. A todas mis ansias juntas. Gracias y hasta la pròxima
Ah Soy Mònica Triana

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